John Dewey, psicólogo, pedagogo y filósofo nacido en Estados Unidos en 1859, fue un aguerrido defensor de la mentalidad y metodología experimental, basando sus postulados en el racionalismo y la lógica.

Su postura, fundamentalmente basada en pensamientos como el Darwiniano, dictamina que la mente humana resulta un producto de la evolución biológica y estructurada por la interacción social, siendo la inteligencia un instrumento que debía ser constantemente mejorado y perfeccionado con el fin de aumentar la eficacia en el mundo práctico, similar a los postulados de William James y el funcionalismo. 

Proporcionando las bases para teorías como el conductismo o la gestalt, el funcionalismo es una corriente de pensamiento o enfoque en la psicología que estipula que los fenómenos psíquicos deben ser estudiados bajo criterios de función y no de estructura, dicho de otra manera, en el caso de un vehiculo, el cual se compone de partes, como el motor o las ruedas, la finalidad es la capacidad de trasladarse de un sitio a otro, en lugar de explicar el "cómo", el funcionalismo se centra en el "para qué" existen funciones psíquicas.  

Dewey aceptaba el pragmatismo, que era usualmente utilizado para describir que el concepto de un objeto se identifica con sus efectos prácticos y útiles, expresando una visión dinámica de la inteligencia y el conocimiento. En esta línea debe ubicarse la oposición del pragmatismo a todo tipo de dualismo, por ejemplo, mente-cuerpo, pensamiento-acción, teoría-práctica. El aspecto biológico no debería entonces ser ajeno de lo psicológico.

Según Dewey, el pensamiento es el instrumento destinado a resolver problemáticas que surgen a la experiencia. Así, el conocimiento conllevaría a la acumulación de sabiduría que generará la resolución de esos problemas. Destacaba la importancia del elemento activo en cualquier proceso de aprendizaje, sin dejar de lado el enfoque social del proceso educativo. 

Afirmaba que, desde un punto de vista epistemológico, los conceptos como creencias o conocimiento, son un constructo humano meramente funcional, ligados a la adaptacion del medio, para este autor la educación es una constante reorganización y reconstrucción de la experiencia. 

El humano contempla el presente y su experiencia, brindándole sentido, y sacándole provecho posteriormente. 

Aquí te dejo 5 frases que resumen el pensamiento de John Dewey acerca de la educación: 

#1. "Lo que ocurre en el pasado vuelve a ser vivido en la memoria." 

Los recuerdos de experiencias pasadas son clave en el aprendizaje de nuevos conocimientos, pues si en el pasado ocurrio algo similar a lo que ocurre en el presente, el aprendizaje influirá en la toma de decisión. 

#2. "El hombre vive en un mundo en el que cada ocurrencia está cargada con ecos y reminiscencias de lo que ha ocurrido antes, cada acontecimiento es un recordatorio." 

Es difícil encontrar experiencias genuinamente nuevas, y siempre encontrarás algo que reviva experiencias pasadas. 

#3. "Las metas e ideales que nos mueven se generan a partir de la imaginación. Pero no están hechos de sustancias imaginarias. Se forman con la dura sustancia del mundo de la experiencia física y social." 

La capacidad de imaginar está directamente relacionada a la cantidad de experiencias vividas. 

#4. "Nosotros recordamos, naturalmente, lo que nos interesa y porque nos interesa." 

Aquí un ejemplo de aprendizaje significativo, si te sirve, lo aprendes con mayor fuerza. 

#5. "La educación no es preparación para la vida, la educación es la vida en sí misma". 

Todo el tiempo vivimos, todo el tiempo aprendemos, todo el tiempo se reconstruye nuestra vida. 

Ruiz, Guillermo. La teoría de la experiencia de John Dewey: significación histórica y vigencia en el debate teórico contemporáneo. Foro de Educación. Vol. 11. N. 15. pp. 103-124. FahrenHouse. Cabrerizos, España.