La inspiración, no es indispensable en el proceso creativo. 

Si esperas a que la inspiración llegue para crear algo, perderás tu tiempo. El artista es el individuo más prolífico de todos, pues debe ser capaz de crear arte en todo momento, no solo cuando está inspirado. 

Por ejemplo, Vincent Van Gogh, un apasionado de la naturaleza y un verdadero artista, pintaba todo lo que alcanzara con la vista, inspirándose buscando todo tipo de paisajes y modelos, incluso internado debido a sus problemas de salud mental, incapaz de transportarse a dichos paisajes, no abandonó la pintura, fue de hecho una de sus épocas más productivas. 

La inspiración es anhelada por todos, pero alcanzada por pocos.

Sin importar qué o cuál sea el arte, su creación no debe estar condicionada a la inspiración, pues de ser así, el artista sufrirá de su ausencia. 

¿Qué es la inspiración?

Según los antiguos griegos, la inspiración era recibir el aliento de los dioses, un respiro de creatividad, que les conectaba con aquello que brinda la capacidad momentanea de crear poesía, danza, arquitectura, u otro tipo de arte. 

Hijas de Zeus, las musas, conducidas por el dios de las artes Apolo, eran entes divinas encargadas de bajar al mundo de los mortales y dotar de inspiración a aquellos que las invocaran. 

Sin embargo en la edad moderna, el empirista Jhon Locke autor de la "teoria de la mente", afirmaba que la inspiración no era más que una serie de ideas asociadas entre si, y que la creación de nuevos pensamientos no tenían su origen en el campo de lo divino, si no que eran alcanzables a través de la experiencia propia, siendo la "mente" de unos más desarrollada que la de otros para alcanzar este ingenio. 

En la edad modernidad, el padre del psicoanálisis y la perspectiva psicodinámica Sigmund Freud, describe el proceso de inspiración como una cualidad originada en el inconciente de los individuos, causada por los conflictos psicológicos no resueltos o traumas de la niñez, siendo los artistas aquellos que logren sublimar estas pulsiones psíquicas.  

Su contraparte reside en el concepto de conciencia colectiva, descrita por Carl G. Jung, siendo el artista capaz de acceder a esta conciencia mediante arquetipos. 

Por último un método menos recomendado para conseguir la "inspiración" es el uso de drogas, que van desde rituales en las antiguas civilizaciones, hasta los contemporáneos "hippies", utilizándolas con el fin de alcanzar estados alterados de conciencia, distorsionando los sentidos y la percepción.  

Aunque no solamente sustancias psicoactivas, sino también el tabaco, alcohol u otras más, pero para un artista, el uso de cualquier droga puede resultar contraproducente, pues lograr la inspiración a través de su consumo, conllevaría riesgos para la salud física y psicológica.  

"No pierdas tiempo inspirándote" 

No se debe buscar el momento o situación adecuada para crear, mucho menos intentar forzarles para producir. La inspiración de un artista, yace en la creación misma, no las condiciones del proceso creativo.

Entes divinos, empirismo, sublimación o consumo de drogas, el proceso creativo atado a la inspiración se tornará frustrante, sin importar cual sea la perspectiva respecto a la inspiración, no pierdas el tiempo buscándola, por que si solo eres capaz de crear cuando la consigues, producirás muy poco.