Sublime Catarsis
January 5 2021, 11:05 pm Público
3 Experimentos Psicológicos Poco Éticos

3 Experimentos Psicológicos Poco Éticos

A lo largo de la historia de la humanidad existieron innumerables experimentos controversiales, y de una ética cuestionable, pero la psicología supera todo límite en la busqueda por la comprensión del comportamiento.

En nombre de la ciencia se han cometido actos verdaderamente impensables, con el fin de comprender un poco más el funcionamiento de la psique de los seres humanos.

Por eso aquí te presento: 3 Experimentos Psicológicos Poco Éticos.

El pequeño Albert.  

Durante el desarrollo del conductismo, los científicos se cuestionaban el origen de todo tipo de comportamientos y conductas, sobretodo a edades tempranas, Jhon B. Watson no era la excepción.

Influenciado por el famoso condicionamiento clásico de Iván Pavlov, un fisiólogo cuyo descubrimiento le valió el premio nobel de medicina en 1904, estudiando el sistema digestivo de un perro observó que este segregaba saliva justo antes de proporcionarle alimentos.

Lo interesante surgió cuando se percató de que el simple hecho de aproximarse también lo hacia salivar, sin presencia del estímulo que era la comida, por lo que llevo estas observaciones a experimentación con diferentes estímulos como luces o sonidos, condicionando al perro a salivar con una campana, siendo una respuesta no fisiológica y que por ende debía ser algo aprendido.

A este descubrimiento se le conoce como condicionamiento de estímulo y respuesta, al cual posteriormente se le agregarían contingencias como recompensas y castigos, para reforzar las conductas aprendidas, es decir, mientras se le brinde comida seguida del sonido de la campana, el perro salivaría.

La hipótesis de Watson era que este mismo mecanismo de aprendizaje se aplica a los humanos, y que podía infundir todo tipo de respuestas no innatas, y que esto era el origen de cualquier comportamiento, incluso de fobias, siendo lo único que necesitaba un sujeto de prueba, mientras más joven mejor.

Albert era el hijo de una cuidadora en un orfanatorio, con no más de 9 meses de vida, al cual se le hizo un previo análisis en el que se le exponían varios animales y no presentaba ninguna señal de miedo.

Watson estaba convencido de poder generarle una fobia ante alguno de estos animales, eligiendo a una rata blanca como estímulo, al principio Albert no demostraba ningún tipo de miedo e incluso trataba de alcanzarla para acariciarla, lo cual se veía abruptamente interrumpido ya que cada vez que Albert se aproximaba a la rata, Watson hacía sonar un estruendoso ruido golpeando un trozo de metal con un martillo provocando el llanto en Albert.

El experimento continuó de esta manera, llegando al punto en el que Albert lloraba con el simple hecho de mostrarle la rata blanca, sin necesidad del ruido, tal como el perro de Pavlov salivaba, y no solo eso, también presentaba la misma respuesta de miedo ante cualquier animal que se le pareciera, como un conejo, un perro, un abrigo de piel, e incluso una máscara de santa claus.

Albert aprendió esta fobia, aunque nunca pudo ser revertida pues el experimento se descontinuó, ni tampoco pudo ser comprobado si se le generó algún daño adverso en años posteriores, pues falleció a la corta edad de 6 años por problemas neuronales.

Sin lugar a dudas hasta la actualidad, este es uno de los experimentos más controversiales en psicología, que ponen en tela de juicio ético el alcance de los experimentos realizados en humanos.

Los peligros de la obediencia.  

El experimento de Stanley Milgram, fue una investigación en los años sesentas, en la que se exponen los problemas directamente relacionados con la obediencia incondicional dentro de un individuo sumiso ante las figuras de autoridad.

Este experimento fue disfrazado como una prueba de memoria, y los efectos del castigo en el aprendizaje, donde a un sujeto de prueba se le leerían una serie de palabras que tendría que repetir en orden, por cada error, este recibiría una descarga electrica que aumentaría de intensidad por cada vez que no acertara.

Lo que realmente se pretendía descubrir en este experimento es la capacidad de seguir órdenes de un superior, aún cuando las consecuencias implicarían ejercer algún daño evidente a otro individuo.

El experimento consistía de 2 participantes: "el alumno" y "el profesoro", estos a su vez recibiendo indicaciones de "el director", el cual lleva a ambos al laboratorio de psicología en donde se sienta al alumno en una especie de "silla eléctrica", amarrándole los brazos con unas correas con el fin de que no haga movimientos bruscos.

Al profesor se le coloca en un cuarto separado, donde solo puede escuchar las respuestas del alumno, se le da la indicación de dictarle una serie de palabras que deberá memorizar y repetir, si este contesta erróneamente, se le aplicarán descargas electricas que él mismo aumentará de intensidad con cada error.

Al frente del profesor se encuentra un imponente "generador de descargas" con 30 interruptores que van de los 15 a 450 voltios con las siguientes advertencias: Choque Ligero, Choque Moderado, Choque Fuerte, Choque Muy Fuerte, Choque Intenso, Choque De Intensidad Extrema y por fin, Peligro: Choque GRAVE, antes de comenzar se le da una pequeña descarga al maestro para convencerlo de la autenticidad de los choques.

El alumno es en realidad un actor que no recibe ninguna descarga, sin embargo, se le pidió que se quejará cada vez de manera más agonizante, siendo el verdadero objetivo del experimento averiguar hasta donde llegaría una persona "común" si una autoridad le ordena provocar un dolor creciente en otro individuo, aun cuando se escucharan claramente los gritos de dolor y peticiones de detener las descargas, llegando al punto de no obtener respuesta alguna por parte del alumno.

Lo impactante de los resultados es que al rededor del 60 a 80 porciento de los participantes llegaron al final, aplicando todas las descargas electricas, el director daba por terminado el experimento, luego de ejercer 3 choques de 450 voltios.

La prisión de Stanford.  

Este experimento parte de la duda de si una persona "buena" puede cambiar su comportamiento según el ambiente donde se encuentre.

Este es un experimento encaminado a obtener la relación existente entre el ambiente y la designación de roles, con la alteración comportamental de los individuos y grupos.

Lleva este nombre debido a que se realizó en las instalaciones de la Facultad de Psicología de la Universidad de Stanford, a cargo del psicólogo Philip Zimbardo, adaptando dichas instalaciones para que pareciesen una pequeña cárcel real.

El experimento consistía en reunir a 24 estudiantes que se les pagaría $15 al día por participar, aleatoriamente 9 de ellos ejercerían el rol de "custodios", otros 9 ejercerían el rol de "prisioneros", los otros seis restantes únicamente participarían en caso de necesitar sustituir a alguno de ellos.

Este experimento resultó ser tan catastrófico qué de las dos semanas contempladas solamente fue posible cumplir con 6 días. De entrada a los 9 participantes que tendrían el rol de prisioneros se les arrestó en sus hogares con policías reales que aceptaron participar, con el fin de aumentar el convencimiento de que se volverían presos, llegando con ojos vendados y sustituyendo sus nombres reales por números.

A los custodios se les dio la indicación de mantener el orden, y aunque las bromas no faltaron el primer día, a partir del segundo la situación comenzó a tornarse un poco tensa, ya que los prisioneros comenzaron a comportarse de manera más violenta, interiorizando su rol y la respuesta de los custodios no se hizo esperar.

Comenzaron los castigos físicos y humillaciones por parte de los custodios hacia los reos, volviéndose cada vez más violentos y reprensivos, los enviaban constantemente a confinamiento solitario, los desnudaban, los obligaban a hacer flexiones, a dormir sobre el suelo, e incluso interrumpiéndoles el sueño.

La realidad es que ningún humano tiene realmente la certeza de aquello de lo que es capaz de hacer, hasta que las condiciones lo ameriten, de este experimento incluso llegó a hacerse una película, con el mismo nombre.

Es impresionante el resultado que se puede obtener de la experimentación con humanos llevándolos a un punto en donde la ética se rompe, el problema vendría con las repercusiones posteriores a la experimentación con ellos.

¿Conocías estos experimentos, o conoces algún otro experimento psicológico que hubiera tenido una ética cuestionable?



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