“La teoría es buena, pero no impide que las cosas sucedan”.

-Jean-Martin Charcot

Las antiguas civilizaciones como la maya, azteca, persa y egipcia y griega, utilizaban la hipnosis como medio de curación, lo hipnótico es sinónimo de adormecedor, calmante, sedante, atrapante, por lo que la hipnosis es un fenómeno sensorial seductor, los animales como el pavo real hipnotizan de manera natural. 

Jean-Martin Charcot fue un neurólogo de origen frances, maestro del mismísimo Sigmund Freud, conocido por sus estudios de la histeria y la hipnosis, a demás de ser investigador localizacionista del cerebro, buscando la relación fisiológica y sintomatología clínica.

Charcot es considerado el primer profesor de enfermedades del sistema nervioso, uno de los principales investigadores del siglo XIX en el campo de la neurología clínica. 

Superintendente médico del Hospice de la Salpêtrière, donde inició su labor de investigación sobre enfermedades neurológicas, Jean-Martin aprovechó al máximo el Salpêtrière, un asilo convertido en hospital con una población de más de 5,000 pacientes con problemas crónicos de todo tipo, mayormente enfermedades neurológicas. 

Charcot desarrolló el primer sistema de clasificación de enfermedades neurológicas divididas anatómicamente, estudios psiquiátricos de la histeria, trastornos somatomorfos y el desorden obsesivo compulsivo, particularmente en pacientes con síndrome de la tourette. Se creó la cátedra de Clínica de Enfermedades Nerviosas en el Hospice de la Salpêtrière, impartiendo enseñanza a alumnos tales como Sigmund Freud, Gilles de la Tourette, Pierre Marie y Charles Bouchard. 

Histeria Neurótica 

La histeria según Charcot, era una neurosis funcional del sistema nervioso debida a una degeneración nerviosa de origen hereditario, desencadenada por la acción de diversos agentes como intoxicaciones o infecciones, traumatismo o eventos traumáticos, era el trastorno mental somatomofro más común del siglo XIX, un desorden mental que se atribuía a la mujer. 

Pupilo de Duchenne de Boulogne, Jean-Martin pretendía tratar la histeria de manera distinta a lo que se acostumbra como tratamiento psiquiátrico a los desórdenes mentales, tales como descargas eléctricas, duchas de agua gélida e incluso en extirpar los ovarios, sustituyendo estos "tratamientos" por un concepto nuevo de reorganización psíquica, la hipnotis. 

Charcot pensaba que ambos fenómenos, hipnosis e histeria, sólo podían darse en personas con un sistema nervioso débil. 

Charcot comenzó a utilizar el hipnotismo como una forma de provocar fenómenos histéricos, el objetivo no eran estrictamente terapéutico, más bien estudiaba la hipnosis como un instrumento de investigación de fenómenos somáticos complejos, la hipnosis como un medio de sugestión de neurosis provocada, estudiando experimentalmente las neurosis espontáneas. Lo que pretende descubrir el origen de un cuadro neurótico, más allá de tratar curar mediante la hipnosis. 

La Hipnosis 

La American Psychological Association (APA), define a la hipnosis como “un estado mental o un grupo de actitudes generadas a través de un procedimiento llamado inducción hipnótica, un conjunto de procedimientos que generan un contexto donde se facilita el cumplimiento de las sugestiones en ciertas personas, usualmente se compone de una serie de instrucciones y sugerencias preliminares”. 

El cirujano escocés James Braid fue el primero en usar el término hipnosis como sueño nervioso; "la fijación sostenida de la mirada paraliza los centros nerviosos de los ojos y sus dependencias que, alterando el equilibrio del sistema nervioso, produce el fenómeno". 

La hipnosis del siglo XIX era un tipo de psicoanalisis precario, producto de  la inducción de trance mediante la sugestión, puede ser considerada como una de las técnicas más antiguas que se conocen para provocar cambios en los procesos cognitivos, psicofisiológicos, perceptuales y conductuales. 

Charcot y sus colegas sostenían que la hipnotizabilidad era un signo de patología mental, considerando la hipnosis como un estado de sugestionabilidad aumentada. 

Los fenómenos hipnóticos pueden representar un agrupamiento en tres estadios distintos "catalepsia"(pérdida momentánea de la movilidad voluntaria y la sensibilidad del cuerpo), "letargo" (cansancio, fatiga, falta de energía física y de poca agilidad mental), "somnolencia" (Estado intermedio entre el sueño y la vigilia en el que todavía no se ha perdido la conciencia), siendo esta última la forma más perfecta de hipnotismo. 

El método hipnótico de Charcot consistía en la aplicación de un estímulo intenso (sonido de bong o campana), que provocaba sobresalto y miedo, con el objetivo de captar la atención y mantenerla para comenzar con la sugestión mediante la palabra, acompañada de la aplicación del sonido monótono del tambor africano, para producir una hipnosis más profunda. 

La relación entre el hipnotismo y la psicopatología era inevitable, pero las aplicaciones prácticas de la hipnosis no tuvieron una larga duración. 

Si bien, la hipnosis tuvo un auge y popularidad inmedible durante el siglo XIX, duró poco, siendo sustituida por una propuesta de uno de los pupilos de Jean-Martin Charcot, el padre del psicoanálisis Sigmund Freud.

El psicoanálisis originalmente era similar, una sumisión y pasividad por parte del paciente, recostado en un diván sin poder observar al analista que se encontraba detrás. Al proceso catártico en terapia se conseguía a través de la "Asociación Libre".

Camacho Aguilera. (2012). Charcot y su legado a la medicina. Gaceta Médica de México. México.148:321-6. 

López González, Ramos Rangel, González Brito, Valladares González, López Angulo (2013). La hipnosis: una técnica al servicio de la Psicología. MediSur, 11(5),534-541.