Todos recordamos a Luke Skywalker intentando mover objetos con el poder de su mente. Ahora bien ¿existe realmente esta habilidad psíquica? Lo analizamos.

La telequinesis o psicoquinesis define una supuesta habilidad psíquica por la que el ser humano podría influir, alterar y desplazar objetos físicos a través de la mente. ¿Ciencia-ficción? ¿Pseudociencia y superstición, como diría el querido Carl Sagan? Posiblemente.

Ahora bien, más allá de que este tema nos retrotraiga de manera inevitable a escenas cinematográficas como Star Wars y los jedi, al personaje de Carrie White de la novela de Stephen King o al personaje de Eleven en Stranger Things, hay un detalle importante que debemos considerar.

Este tema empezó a llamar la atención de los científicos a lo largo de toda la Guerra Fría. Más de treinta años de investigaciones de lo más variadas en las que no pudo hallarse evidencia de que la mente tenga poder sobre la materia. Sin embargo, a día de hoy, se abre una interesante posibilidad.

Con el desarrollo de las llamadas neurotecnologías como Neuralink, figuras como Elon Musk nos demuestran que, dentro de poco, el ser humano podrá interaccionar con diferentes dispositivos a través de la mente… y de una interfaz. Como dijo Arthur C. Clark una vez, en ocasiones, la magia es solo ciencia que aún no acabamos de entender…

Telequinesis ¿qué sabemos hasta el momento?
La telequinesis se acuñó por primera vez en 1914, pero no fue hasta 1934 cuando el parapsicólogo JB Rhine empezó a investigar este fenómeno a nivel experimental. Lamentablemente, y hasta el día de hoy, no ha podido demostrarse que el ser humano sea capaz de influir mentalmente sobre objetos o eventos externos sin el uso de energía física.

Lo cierto es que a lo largo del tiempo el fenómeno de la telequinesis o psicogénesis ha despertado bastante interés. Sin embargo, el mayor auge de investigación alrededor de este tema emergió sobre todo durante la Guerra Fría. Así, la Academia Nacional de Ciencia, Ingeniería y Medicina realizó en los años 80 la investigación más destacable por petición del Instituto de Investigación del Ejército de los Estados Unidos.

Las conclusiones a las que llegaron son las mismas que se mantienen a día de hoy por parte de los expertos. Las analizamos.

¿Por qué la telequinesis no es una habilidad psíquica sostenible ni válida?
Una de las figuras que más ha investigado en la actualidad el fenómeno de la telequinesis es el físico británico John G. Taylor. Según él, en la actualidad, no existe ningún mecanismo físico que haga posible la psicoquinesis por las siguientes razones:

El curioso caso de Nina Kulagina
Nina Kulagina fue una de las figuras más conocidas y estudiadas en el campo de la telequinesis. Nació en Rusia en 1926, con 14 años entró en el Ejército Rojo y durante la Segunda Guerra Mundial formó parte del regimiento de tanques. Fue durante la posguerra, cuando siendo ya ama de casa, empezó a evidenciar algo fuera de lo común…

Nina movía objetos sin necesidad de tocarlos. Al poco, empezó a ser estudiada por un comité de expertos soviéticos, quienes la sometieron a un sinfín de pruebas y experimentos. Su caso, es uno de los más conocidos durante el periodo de la Guerra Fría, se disponen incluso de curiosas grabaciones en blanco y negro en las que se la podía ver separando las yemas de las claras en huevos sumergidos en agua y moviendo cerillas con la mente.

Según ella misma explicaba, esa facultad aparecía con más intensidad cuando estaba enfadada. Tras esas experiencias, declaraba además quedar agotada y experimentar dolor de columna y de ojos… Ahora bien, finalmente (y según ella declaró) acabó perdiendo esta habilidad debido a las tormentas, cuyos fenómenos eléctricos mermaron esa (aparente facultad extraordinaria).

Ahora bien… ¿fue realmente Nina Kulagina una persona con poderes telequinéticos? Se sospecha que fue la propia Unión Soviética quien popularizó y manipuló las habilidades de la mujer con claros fines propagandísticos…

La telequinesis será posible en el futuro (pero mediante otros mecanismos)
Si decimos en este mismo momento que la telequinesis será una realidad en un futuro próximo, muchos lo pondrán en duda. ¿Cómo no hacerlo si llevamos décadas demostrando que tal capacidad es improbable y desafía a la física conocida?

Bien, hace muy poco Elon Musk nos presentó su empresa Neuralink, una organización orientada, ni más ni menos, que a desarrollar tecnología que pueda crear puentes entre el cerebro y las máquinas. ¿Con qué finalidad? La principal, la médica: tratar cegueras, problemas del movimiento, enfermedades neurodegenerativas…

Ahora bien, el objetivo es ir más allá y, cómo no, desafiar muchas de las cosas que damos por sentadas. Una de ellas podría ser crear automóviles autónomos que podamos manejar con la mente. Esta forma de telepatía estará mediada por pequeños interfaces que posibilitarán la comunicación entre nosotros y el ordenador del coche.

Al parecer, al universo psíquico y biológico le faltaba solo la alianza de la tecnología para hacer realidad algo que el ser humano lleva soñando durante décadas…