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Previa NBA 2020-21 sobre Atlanta Hawks. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.

Atlanta Hawks

Balance 2019-20: 20-47 (14º del Este, sin playoffs)

Entrenador: Lloyd Pierce (3ª temporada en el equipo).

Agentes libres más importantes en 2020: John Collins (RFA), Kris Dunn (opción de jugador).

Historia: Los jugadores más importantes de la historia de Atlanta Hawks.

La franquicia: El origen de Atlanta Hawks.

La plantilla

Movimientos en el mercado: fichajes de Gallinari, Rondo y Bogdanovic (aquí todos los movimientos).

Backcourt: Trae Young, Rajon Rondo, Kris Dunn, Bogdan Bogdanovic, Kevin Huerter, Tony Snell, Brandon Goodwin.

Frontcourt: Danilo Gallinari, John Collins, Clint Capela, De’Andre Hunter, Cam Reddish, Solomon Hill, Bruno Fernando, Onyeka Okongwu (Draft).

Contrato dual: Nathan Knight y Skylar Mays.

Así encaran la temporada

De los equipos más dinámicos y agresivos en el mercado de agentes libres y, por lo tanto, de los más impredecibles en el curso por comenzar.

El verano pasado los Atlanta Hawks gozaban de dinero a espuertas para inventar. ¿Qué hicieron con él? Pues comerse los contratos de Chandler Parsons (25 millones), Evan Turner (18,6) y Allen Crabbe (18,5); todos ellos desmesurados, todos ellos abominables… todos ellos expiring.

Cumplimentado el trámite y llegado el verano otoño 2020, la franquicia afrontaba la agencia como quien afronta su talla 56 de vaqueros tras una buena liposucción. Con mucho espacio vacío por llenar. Y todo este hueco se podía volver a cubrir de dos maneras: a lo loco o con cabeza. Y los Hawks (¡bravo!) han optado por lo segundo:

¿Para complementar el talentazo de Trae Young? La veteranía y tempo de Rondo, y la electricidad y defensa de Dunn.

¿Para añadir pólvora al catch&shot y amortizar sus dos buenos pasadores? Bogdan Bogdanovic.

¿Más pólvora? Danilo Gallinari.

Los Hawks arrancaron la temporada pasada como un equipo reconstruido y a su vez en reconstrucción, ¿Qué queremos decir con esto? Pues que el talento joven en torno al que volver a erigirse ya lo habían pescado en el Draft (Young, Huerter, Hunter, Reddish, Fernando…) y ahora tocaba un año más de transición donde acumular partidos, explotar la química y ver cuántos de ellos cuajaban y cuáles no. Y a partir de ahí dar el siguiente paso: los fichajes para la consolidación.

Cuajar puede decirse que prácticamente cuajaron todos, pues, rookie wall y burbuja a un lado, ninguno desentonó como para vaciarle de minutos o buscarle el traspaso. Trae Young ya es un All-Star, John Collins quiere/busca serlo, y del poderío two-way de Hunter, la polivalencia de Huerter y la puntería de Reddish, sólo se espera que vayan a más.

Pero para llevar a los Hakws al siguiente escalafón, salir del pozo del Este y meterlos de lleno en la lucha por playoffs, hacía falta incidir en tres cosas: más defensa, más veteranía y más profundidad.

Tras terminar como EL PEOR equipo en puntos recibidos por partido de toda la NBA (119,7), era urgente buscar una solución, y para ello dos fichajazos de backcourt en estos lares y una apuesta interior desde draft: Rondo, Dunn y Okongwu. Inteligencia (la del primero), chispa, piernas, fuerza, velocidad de manos y de piernas (de los otros dos). Tres jugadores y casi todo el pack (para saber la guinda, tres párrafos más abajo).

Veteranía y profundidad llegan de la mano de los otros dos fichajes: sin ser estrellas, eran dos de las piezas más cotizadas de la segunda hilera del escaparate. Los llamados ‘escuderos’ o ‘segundos espada’. Milwaukee sí, tampering no… y ahí que metieron el brazo los Hakws y se llevaron a Bogda: 27 años, 15 puntos en la buchaca y ‘galones quiero’. También tenemos al Gallo; 62 de 62: esos son los partidos que ha disputado el italiano la pasada temporada como miembro de los Thunder. Lo ha jugado todo y lo ha hecho sin lesiones y como titular: 30 minutos por partido y con fenomenales porcentajes de acierto (más de 40% en triples sus dos últimos años).

Salomon Hill (firma de perfil bajo) se une para un añito, y tras la apariencia de un jugador semirretirado, Spolestra lo fue añadiendo de últimas a la rotación de un equipo que luchaba por ser campeón de la NBA. ¿A la segunda unidad por el mínimo? Sírvase.

… ¿Y no echáis en falta alguien más entre los nuevos? Pues claro que sí, sólo que debemos remontarnos varios meses atrás para rememorar uno de los mejores acuerdos de los Hawks en lo que va de año. Mes de febrero, prólogos de pandemia: Clint Capela a cambio de Evan Turner y un par de rondas. Boom. Hacedle (tres párrafos más arriba) otro par de muescas a los apartados de veteranía, profundidad y, sobre todo, defensa. Lob City is coming.

El jugador a seguir

Marrón. Porque hay tantos… A Trae, aún siendo el líder indiscutible del proyecto, no lo vamos a destapar ahora, así que vamos a nombrar a otros dos jugadores de cuyo salto tras su eclosión, dependerá el hacer de este equipo una amenaza seria del Este en el medio-plazo: John Collins y De’ Andre Hunter.

El primero espera la renovación por el máximo salarial, y la franquicia hace bien en dudar si dárselo. Cualidades no le faltan a Collins para merecerlo (21,6 puntos y 10,1 rebotes en fase regular), pero sus coqueteos con sustancias ilegales (y las sanciones que estas llevan aparejadas) hace que en Atlanta deban pensárselo mucho y bien. Dicho esto: como mantenga su progresión y se entienda con Capela… ouh mamma.

De’ Andre Hunter: sophomore todoterreno que entra en su segundo año por la puerta grande. Viene de promediar 12,3 puntos y salvar los muebles desde el tiro de tres (35,5). El marco ideal de jugador 3&D que todos imaginamos, es exactamente él. El crecimiento global de los Hawks si los individuales (veteranos y nobeles) siguen su senda, puede ser tan espectacular como inminente.

El pronóstico

Elio Martínez, director de nbamaniacs, dará un pronóstico personal y subjetivo sobre lo que cree que hará cada franquicia durante la temporada 2019-20.

Me gusta lo que han hecho los Hawks. Han decidido salir de la hibernación y formar un equipo con claras aspiraciones de playoffs. De hecho, dada la situación en el Este, me parecería un fracaso no acceder a playoffs. Llegado mayo visualizo a Atlanta con un nivel similar al de Indiana, así que voy a darles un 8º puesto del Este por delante de Orlando.